En 2023 uno de cada diez hogares españoles se retrasó en los pagos relacionados con la vivienda (hipoteca, alquiler, comunidad...), coincidiendo con la subida de los tipos de interés y una inflación todavía en niveles elevados, que menguaron los presupuestos de las familias. Un porcentaje mayor, el 37,1%, no pudo hacer frente a gastos imprevistos el año pasado -sin tener que recurrir a préstamos o compras a plazos para adquirir aquello que antes compraban al contado-. Se trata del nivel más elevado desde 2016, de acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) que ha hecho pública este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El organismo realizó la encuesta entre febrero y mayo de 2023. En ese momento, la inflación se mantenía aún entre el 6 y el 3% (con precios como los de los alimentos aumentando a doble dígito) pese a que el BCE ya había aplicado siete subidas consecutivas de los tipos de interés en ese periodo. En ese momento más del 9% de las familias aseguraban llegar a fin de mes con "mucha dificultad", un nivel muy próximo al 10% que aseguraron encontrarse en esa misma situación en 2020, en plena pandemia de coronavirus.
Por territorios, Andalucía (13,6%), Extremadura (11,0%) y Canarias (9,9%) fueron las comunidades autónomas con mayor porcentaje de personas que tuvieron muchas dificultades para llegar a fin de mes. En el lado opuesto se situaron La Rioja (4,8%), Baleares (5,2%) y Asturias (5,6%).
Un 26,5% de población en riesgo de pobreza o exclusión social
El porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social (la conocida como tasa AROPE) aumentó el año pasado medio punto hasta el 26,5%, mientras que el de quienes se encontraban en situación de carencia material y social severa alcanzó el 9%, situándose más de un punto por encima del año anterior. Dos de sus tres componentes mejoraron: la tasa de riesgo de pobreza relativa y el porcentaje de población con baja intensidad en el empleo.
Por el contrario, empeoró el porcentaje de población con carencia material y social severa. Llama la atención, igualmente, cómo evolucionó esa tasa en términos de edad, dado que subió con más intensidad (2,1 puntos) entre los menores de 16 años, población especialmente vulnerable, y lo hizo también un 0,4 en el grupo que va de esa edad a los 64 años, justo antes de la jubilación.
Por el contrario, bajó 0,4 puntos entre quienes tenían 65 y más años, cuyo poder adquisitivo se vio garantizado por la revalorización de las pensiones. El año pasado -aunque tomando en cuenta los datos de renta de 2022- un 1,7% de la población estaba a la vez en situación de riesgo de pobreza, presentaba carencia material y social severa, y se veía afectada por una baja intensidad en el empleo.
Los datos conocidos este lunes revelan, por otra parte, que un 33,1% de la población no se pudo permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año. Según el Instituto de Estadística, el ingreso medio por persona alcanzó los 14.082 euros, con un crecimiento anual del 8,3%.
La ECV se realizó por primera vez en el año 2004. Esta estadística proporciona información sobre la renta, el nivel y composición de la pobreza y la exclusión social en España y permite compararlas con otros países de la Unión Europea. En ella se recogen los ingresos del año natural anterior a la entrevista (ejercicio en el que la inflación subió de media un 8,4%) así como otras muchas preguntas sobre condiciones de vida que se refieren al momento en la que se realiza.
