Tras la salida de Pérez de los Cobos

El director de la Guardia Civil dimite y pone al Cuerpo en contra de Marlaska

  • Tenía que jubilarse dentro de una semana, pero ha adelantado su decisión para mostrar el malestar que hay contra el ministro de Interior.
Laurentino Ceña./ EP
Laurentino Ceña./ EP

Laurentino Ceña, Director Adjunto Operativo (DAO) de la Guardia Civil y máximo responsable del Cuerpo por debajo de la directora general, María Gámez, ha adelantado una semana su salida por jubilación y ha presentado su dimisión ante el Ministerio de Interior, tras el cese que ayer se produjo del coronel Diego Pérez de los Cobos, que indagaba la gestión que el Gobierno hizo de las alertas por el virus antes del 8-M. Fuentes cercanas aseguran que su salida es un gesto de protesta por el malestar que hay en la Guardia Civil ante las decisiones del ministro.

El hasta ahora Director Adjunto Operativo se hizo una imagen conocida por salir cada día en televisión para informar de las labores que sus hombres realizaban en España para ayudar en la lucha contra la Covid-19, hasta que dejó de hacerlo porque cogió la enfermedad. Según fuentes cercanas al Cuerpo, la dimisión adelantada de Ceña refleja la oposición que hay entre los altos mandos de la Benemérita por las salidas que el ministro ha provocado entre los altos responsables de su colectivo en los dos años que lleva al frente de Interior, primero con el PSOE y después con el Ejecutivo de coalición.

Pérez de los Cobos, que fue el alto mando que coordinó la operación Copérnico contra el 1-O, estuvo muchos años vinculado a la coordinación de la Secretaría de Estado de Interior con gobiernos del PP, desde donde trabajaba muy cerca de Laurentino Ceña, que era uno de los altos mandos de la Guardia Civil. La salida de Pérez de los Cobos, uno de los miembros de mayor prestigio en el Cuerpo y conocido por su rigurosidad y perfección, ha acelerado la dimisión de Ceña, que estaba prevista para dentro de una semana. Las asociaciones profesionales de la Guardia Civil han alabado la decisión de Ceña, que entienden que es fruto de su "entereza y profesionalidad", y han criticado las injerencias políticas en la labor de las Fuerzas de Seguridad del Estado y la Justicia.

Hay que tener en cuenta que, al menos hasta la última remodelación de los cuadros de mando de Policía y Guardia Civil que se hizo hace tres años, los directores adjuntos operativos como Ceña podían alargar su mandato más allá de la edad de jubilación, dado que en sus labores la experiencia y el conocimiento es un valor añadido muy grande. No obstante, fuentes conocedoras del caso aseguran que Ceña iba a ser relevado en el mes de marzo, si bien se quedó hasta el mes de junio ante la explosión de la pandemia. Finalmente, ha dejado el cargo en mayo por su cuenta, sin ser relevado, a modo de protesta. 

Con la dimisión simbólica de Ceña, son ya más de cuatro los altos mandos de la Guardia Civil, operativos tanto en el Gobierno anterior del PP como en otros gobiernos del PSOE, que han sido cesados en sus funciones por el ministro Fernando Grande-Marlaska, que es un buen conocedor de su trabajo dada su faceta de juez durante décadas. 

Secuelas del caso Pérez de los Cobos

Desde las asociaciones profesionales de policías y guardias civiles han valorado la decisión de Ceña y no han tenido ninguna duda en relacionarlas con el cese de su colega, Pérez de los Cobos, que ayer presentó un informe ante la juez que investiga la gestión de las alertas por el virus antes del 8-M con afirmaciones "demoledoras" contra el Gobierno. La propia juez recordó que el comandante de la Guardia Civil en Madrid hizo lo que debía, al presentar el informe directamente en el juzgado, sin dejar que lo analizara primero el Gobierno, a través del Ministerio de Interior. 

Según se ha conocido este mismo martes, el documento que Diego Pérez de los Cobos realizó con su equipo de investigación demostraría a la juez que el Gobierno, a través de su responsable de emergencias sanitarias, Fernando Simón, supo con la suficiente antelación la gravedad de la situación con el virus antes de las grandes marchas del Día de la Mujer. En ese contexto, asegura que el delegado del Gobierno, José Manuel Franco, contra quien se instruye la querella en el juzgado, pudo frenar o prohibir esas celebraciones por el principio de prudencia, pero no lo hizo. 

Esas pesquisas podrían ser la base para demostrar la negligencia del delegado del Gobierno y la comisión de un posible delito de prevaricación (tomar una decisión a sabiendas de que es injusta), aunque será complicado que en un juicio se demuestre la relación directa causa-efecto de esa decisión sobre los miles de contagiados que pudieron salir de las marchas del 8-M. El propio Fernando Simón señaló este lunes que, si bien en las marchas del Día de la Mujer no tuvieron una incidencia demasiado amplia, por estar celebradas al aire libre, si pudo haber contagios en el uso masivo de los medios de transporte que esas celebraciones provocaron.

En cualquier caso, tanto la querella contra José Manuel Franco como la confrontación con la Guardia Civil y algunos altos mandos de sus colegas de la Policía Nacional, han marcado el inicio de la gestión de Grande-Marlaska en este segundo mandato al frente de Interior. La oposición ya ha pedido la comparecencia del ministro en el Congreso para que explique la salida de Pérez de los Cobos, entre otras grandes cuestiones de las que le acusan. 

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